El FMI tumba los Presupuestos de Sánchez
El proyecto de Presupuestos del Estado para 2023, pendiente de su aprobación parlamentaria, contempla una cifra de crecimiento económico del 2,1% del PIB. Pues bien, después de que el Banco de España echara por tierra el optimismo desbordado del Gobierno al rebajar esa cifra al 1,4%, OKDIARIO está en condiciones de asegurar que en las previsiones que hará públicas el Fondo Monetario Internacional (FMI) España está como máximo en el 1% de crecimiento; es decir, creceremos menos de la mitad de lo presupuestado por el Ejecutivo.
Lo que significa, para entendernos, que el FMI ha tumbado la piedra angular de las cuentas generales del Estado para 2023 antes, incluso, de que sean ratificadas por el Parlamento. Cabe recordar que ya en los Presupuestos para 2022, el Gobierno predijo un crecimiento superior al 7% y, a mitad de año, se vio obligado a darle un tijeretazo considerable para dejar la previsión en el 4,3%, echándole la culpa a la guerra en Ucrania. Está por ver cómo terminará el presente año, pero la mayoría de los expertos económicos considera que la economía española crecerá en 2022 en torno al 3%. O sea, bastante menos de la mitad de lo que estimó en un primer momento.
Está claro que los Presupuestos del Estado para 2023 están basados en una premisa falsa: un crecimiento de la economía de más del doble de lo que pronostican los organismos más reputados, lo que significa que el cuadro macroeconómico es ya papel mojado y que lo que ha hecho Pedro Sánchez es recurrir a un brutal incremento del gasto público en año electoral para comprar voluntades.
En estas condiciones, la deuda pública alcanzará dimensiones colosales, hipotecando a las generaciones futuras. Las cuentas del Estado para 2023 son un cuento. Saltarán por los aires a las primeras de cambio y Pedro Sánchez volverá a cargar, vía impuestos, el brutal desajuste contable. O sea, serán los españoles los que vuelvan a pagar la fiesta de un Ejecutivo que está dispuesto a arruinar el país con tal de seguir utilizando el dinero público para mantenerse en el poder.